Afrodita
En la mitología griega, Afrodita (en griego antiguo Ἀφροδίτη) es la diosa del amor y la belleza. Aunque a menudo se alude a ella en la cultura moderna como «la diosa del amor», es importante señalar que no era el amor en el sentido cristiano o romántico, sino específicamente Eros (atracción física o sexual). Su equivalente romana es la diosa Venus.
El despertar de Adonis
Waterhouse, John William
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Adonis "resucita" para estar con Afrodita
Waterhouse, John William
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Adonis "resucita" para estar con Afrodita
El nacimiento de Venus
Bouguereau, Adolphe-William
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Bouguereau, Adolphe-William
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Nacimiento de Venus
Botticelli, Sandro
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Botticelli, Sandro
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Apolo
Fuente
Fuente
En la mitología griega y romana Apolo (en griego antiguo Ἀπόλλων Apóllōn o Ἀπέλλων Apellōn) es uno de los más importantes y multifacéticos dioses olímpicos. El ideal del kouros (joven imberbe), Apolo ha sido reconocido variadamente como dios de la luz y el sol; la verdad y la profecía; el tiro con arco; la medicina y la curación; la música, la poesía y las artes; y más. Apolo es hijo de Zeus y Leto y hermano gemelo de la cazadora virgen Artemisa. Es conocido como Apulu en la mitología etrusca, influenciada por la griega.
La fiesta de los dioses
Bellini, Giovanni
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Bellini, Giovanni
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Primavera
Botticelli, Sandro
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Botticelli, Sandro
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Apolo aparece en la esquina extrema izquierda. En el centro está Venus, a la izquierda de Venus están las tres Gracias, y a su derecha la diosa Flora. En el lado derecho de la pintura está el dios Céfiro del viento persiguiendo a la ninfa Cloris. La respiración del Céfiro ocasiona que la ninfa brote flores de su boca.
Apolo y Dafne
Bernini, Gian Lorenzo
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Bernini, Gian Lorenzo
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Aquiles
Fuente
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En la mitología griega, Aquiles nieto de Éaco (en griego antiguo Ἀχιλλεύς Αἰακίδης, Akhilleus Aiakidês, también transliterado como Aquileo) fue un héroe de la Guerra de Troya, y el principal protagonista y más grande guerrero de La Ilíada de Homero, que trata no de la guerra en su totalidad sino específicamente de la ira de Aquiles.
Leyendas posteriores (empezando por un poema de Estacio del siglo I) afirman que Aquiles era invulnerable en todo su cuerpo salvo en su talón. Estas leyendas sostienen que Aquiles murió en batalla al ser alcanzado por una flecha en el talón, de donde la expresión «talón de Aquiles» ha llegado a aludir a la única debilidad de una persona.
Aquiles también es famoso por ser el más «hermoso» de los héroes reunidos en Troya, así como el más rápido. En su mito es crucial su relación con Patroclo, descrita en fuentes diferentes como profunda amistad o amor.
La educación de Aquiles
Delacroix, Eugène
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El centauro Quirón enseñando a Aquiles el arte de la guerra.
Delacroix, Eugène
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El centauro Quirón enseñando a Aquiles el arte de la guerra.
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Príamo suplicando a Aquiles
Príamo suplicando a Aquiles
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Aquiles llora ante el cadáver de Patroclo
Aquiles llora ante el cadáver de Patroclo
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Aquiles da muerte a Héctor
Aquiles da muerte a Héctor
Atenea
Fuente
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En la mitología griega, Atenea o Atena (en griego antiguo Ἀθηνά Athēná o Ἀθήνη Athḗnē; en dórico Ἀσάνα Asána) es la diosa de la sabiduría, la estrategia y la guerra justa. Fue asociada por los etruscos con su diosa Menrva, y posteriormente por los romanos con Minerva. Atenea es atendida por una lechuza, lleva una coraza de piel de cabra llamada égida que le dio su padre Zeus y es acompañada por la diosa de la victoria, Niké. Atenea es también considerada una mentora de héroes. Es una diosa guerrera armada, nunca una niña, y siempre virgen (parthenos); se decía de ella que había propiciado los progresos de los hombres para dejar de ser infantiles. El Partenón de Atenas, en Grecia, es su templo más famoso.
Nunca tuvo consortes ni amantes, aunque una vez Hefesto lo intentó sin éxito. Heródoto y Platón la identificaban erróneamente con la antigua diosa de los libios (actuales bereberes) Neith, siendo quizás la deidad libia en su origen mitológico próxima a la Nuth de los antiguos egipcios. Según Platón, Atenea derivaba de A-θεο-νόα (A-theo-noa) o H-θεο-νόα (E-theo-noa), que significa ‘la mente de Dios’.
El juicio de Paris
Rubens, Peter Paul
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Paris debe hacer de juez para otorgar la manzana de oro a la más bella de las tres diosas: Atenea, Hera y Afrodita, acompañadas de Hermes.
Rubens, Peter Paul
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Paris debe hacer de juez para otorgar la manzana de oro a la más bella de las tres diosas: Atenea, Hera y Afrodita, acompañadas de Hermes.
Palas Atenea
Klimt, Gustav
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Palas es un epíteto ritual de la diosa Atenea, conocida frecuentemente con el nombre de Palas Atenea. Diosa protectora de Atenas.
Klimt, Gustav
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Palas es un epíteto ritual de la diosa Atenea, conocida frecuentemente con el nombre de Palas Atenea. Diosa protectora de Atenas.
El Partenon de Atenas
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El Partenón (del griego Παρθενος Parthenos -Virgen-; uno de los adjetivos que servían de sobrenombre a Atenea) es el templo griego situado en la Acrópolis de Atenas dedicado a Atenea Partenos, diosa protectora -y epónima- de la ciudad de Atenas.
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El Partenón (del griego Παρθενος Parthenos -Virgen-; uno de los adjetivos que servían de sobrenombre a Atenea) es el templo griego situado en la Acrópolis de Atenas dedicado a Atenea Partenos, diosa protectora -y epónima- de la ciudad de Atenas.
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Reconstrucción de la colosal estatua de Atenea que albergaba el Partenón de Atenas.
Reconstrucción de la colosal estatua de Atenea que albergaba el Partenón de Atenas.
Eros
Fuente
Fuente
En la mitología griega, Eros (en griego antiguo Ἔρως, ‘amor’) era el dios primordial responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad. Su nombre es la raíz de palabras tales como «erotismo». Su equivalente romano era Cupido (‘deseo’), también conocido como Amor. Se le asocia frecuentemente con Afrodita. A veces era llamado, como Dioniso, Eleuterio (Ἐλευθερεύς), ‘el libertador’.
De acuerdo con la tradición, Eros era principalmente el patrón del amor entre hombres, mientras Afrodita presidía sobre el amor de los hombres por las mujeres. Por esto su estatua se encontraba en las palestras, uno de los principales lugares de reunión de los hombres con sus amados, y a él hacían sacrificios los espartanos antes de la batalla. Meleagro de Gádara recoge este papel en un poema conservado en la Antología Griega: «La reina Cipria, una mujer, aviva el fuego que enloquece a los hombres por las mujeres, pero el propio Eros convence la pasión de los hombres por los hombres» (Mousa Paidiké).
La escuela del amor
Correggio, Antonio Allegri
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Venus con Mercurio y Cupido.
Correggio, Antonio Allegri
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Venus con Mercurio y Cupido.
Venus y Mercurio presentan Anteros a Júpiter
Veronese, Paolo
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Veronese, Paolo
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Amor fabricando su arco
Parmesano (Francesco Mazzola)
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Parmesano (Francesco Mazzola)
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Hércules
Fuente
Fuente
Hércules era el nombre en la mitología romana del héroe de la mitología griega Heracles, siendo una metátesis del nombre griego. Era hijo de Júpiter, el equivalente romano del dios griego Zeus, y la mortal Alcmena, hija de Teseo. Llevó a cabo doce grandes trabajos, llamados Los doce trabajos de Hércules y se convirtió en dios.
Los romanos adoptaron la versión griega de su vida y trabajos sin cambios esenciales, pero añadieron detalles anecdóticos propios, algunos de ellos relacionando al héroe con la geografía del Mediterráneo occidental. Los detalles de su culto también fueron adaptados a Roma.
El Niño Hércules Estrangulando a las Serpientes. Óleo. S. XVIII
Sir Joshua Reynolds
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Sir Joshua Reynolds
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Hércules y la Hidra, por Antonio Pollaiuolo
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Medusa
Fuente
Fuente
En la mitología griega, Medusa (en griego antiguo Μέδουσα Médousa, de μέδω medō, ‘mandar’, ‘reinar’[1] ) era un monstruo femenino cuya mirada convertía a la gente en piedra.
Algunas referencias clásicas la describen como una de las tres hermanas Gorgonas, la única mortal de ellas. Medusa, Esteno y Euríale eran despiadados monstruos de manos metálicas, colmillos afilados y cabellera de serpientes venenosas vivas, lo que indicaba su naturaleza ctónica. Las Gorgonas y sus otras hermanas las Greas (y posiblemente las Hespérides) eran hijas de Forcis y Ceto.
En la versión más conocida del mito, Medusa era originalmente una hermosa mujer humana. Poseidón se enamoró de ella, y la sedujo (o violó) en un templo dedicado a Atenea. Ambos dioses eran rivales desde que compitieran por el patronazgo de Atenas y los habitantes de la ciudad prefiriesen el olivo de Atenea a la fuente o los caballos de Poseidón.
Tras descubrir la profanación de su templo, Atenea transformó a Medusa como castigo hasta tener la misma forma de sus hermanas Gorgonas. Sus cabellos se convirtieron en serpientes y su mirada tenía el poder de petrificar a cualquier criatura viva (según algunas versiones, fue Afrodita quien, celosa de su cabellera, la cambió por serpientes). Fue desterrada allende las tierras hiperbóreas.
Mientras Medusa estaba embarazada de Poseidón, fue decapitada por el héroe Perseo con la ayuda de Atenea y Hermes. De la sangre que cayó al suelo o, según las versiones, de su cuello brotó su descendencia: el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor. Perseo usó la cabeza de Medusa para rescatar a Andrómeda, matar a Polidectes y, en algunas versiones, petrificar al titán Atlas. Entonces se la ofreció a Atenea, quien la colocó en su escudo, la égida.
Medusa
Caravaggio
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Medusa, decapitada por Perseo y puesta en el escudo de Atenea para convertir en piedra a sus enemigos.
Caravaggio
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Medusa, decapitada por Perseo y puesta en el escudo de Atenea para convertir en piedra a sus enemigos.
Medusa
Böcklin, Arnold
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Böcklin, Arnold
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Perseo con la cabeza de medusa
Benvenuto Cellini
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Perseo con la cabeza de Medusa en su mano.
Benvenuto Cellini
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Perseo con la cabeza de Medusa en su mano.
La cabeza de Medusa
Rubens, Peter Paul
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Cabeza de Medusa, decapitada por Perseo.
Rubens, Peter Paul
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Cabeza de Medusa, decapitada por Perseo.
Narciso
Fuente
Fuente
En la mitología griega, Narciso (en griego Νάρκισσος) era un joven conocido por su gran belleza. Acerca de su mito perduran varias versiones, entre las que se cuenta la de Ovidio, que fue el primero en combinar las historias de Eco y Narciso, y relacionarlas con la anterior historia del vidente-ciego Tiresias.
Según esta última, tanto doncellas como muchachos se enamoraban de Narciso a causa de su hermosura, mas él rechazaba sus insinuaciones. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y por ello ésta le había condenado a repetir las últimas palabras de aquello que se le dijera. Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor, pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él preguntó “¿Hay alguien aquí?”, Eco contenta respondió: “Aquí, aquí”. Incapaz de verla oculta entre los árboles, Narciso le gritó: “¡Ven!”. Después de responder: “Ven, ven”, Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor, por lo que la ninfa, desolada, se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que solo quedó su voz. Para castigar a Narciso, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso.
Narciso, por Le Caravage
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Waterhouse
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Narciso contempla su imagen, ajeno al amor de la ninfa Eco, quien, desesperada, se irá consumiendo hasta que solo le quede la voz para repetir las últimas sílabas que escuche.
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Narciso contempla su imagen, ajeno al amor de la ninfa Eco, quien, desesperada, se irá consumiendo hasta que solo le quede la voz para repetir las últimas sílabas que escuche.
Perséfone
Fuente
Fuente
En la mitología griega, Perséfone (en griego antiguo Περσεφόνη Persephónē, ‘la que lleva la muerte’) era la reina del Inframundo, la Core (Κόρη, ‘hija’) o joven doncella, hija de Deméter (ἡ Μητὴρ hê Mêtềr, ‘la madre’) y Zeus.
Su historia tiene un gran poder emocional: una doncella inocente, el dolor de una madre por el rapto y el regreso de su hija. También es citada con frecuencia como un paradigma de los mitos que explican procesos naturales, con el descenso y el regreso de la diosa provocando el cambio de estación.
Pero los griegos también conocían otra faceta de Perséfone. Ella era además la terrible Reina de los muertos, cuyo nombre no era seguro pronunciar en voz alta y a la que se referían como «La Doncella». En La Odisea, cuando Odiseo viaja al Inframundo, alude a ella como «Reina de Hierro». Su mito central, aún con toda su familiaridad emotiva, era también el contexto tácito de los extraños ritos iniciáticos secretos de regeneración de los misterios eleusinos, que prometían la inmortalidad a sobrecogidos participantes: una inmortalidad en el mundo subterráneo de Perséfone, en un banquete con los héroes bajo su pavorosa mirada (Kerenyi 1960, 1967).
El mito del rapto
En el panteón olímpico se le da un padre a Perséfone: según la Teogonía de Hesíodo era hija de Zeus y Deméter:
Y él [Zeus] fue a la cama de la abundante Démeter, quien concibió a Perséfone, la e blancos brazos, robada por Hades del lado de su madre.
Sin embargo, Perséfone no tenía una posición estable en el Olimpo, a diferencia de los demás descendientes de la pareja olímpica. Solía vivir muy lejos de los demás dioses, siendo una diosa de la naturaleza anterior a plantar semillas y cultivar plantas. En la tradición olímpica fue cortejada por los dioses Hermes, Ares, Apolo y Hefesto, pero ella rechazó todos sus regalos y alejó a su hija de la compañía de los dioses. Así, llevaba una vida pacífica hasta que se convirtió en la diosa del inframundo, lo que, según los mitógrafos olímpicos, no sucedió hasta que Hades la raptó y la llevó allí con él. Perséfone estaba recogiendo flores inocentemente con algunas ninfas (y Atenea y Artemisa, según el himno homérico, o Leucipe, o algunas Oceánides) en un campo en Enna cuando Hades apareció, emergiendo de una grieta del suelo. Las ninfas fueron transformadas en las Sirenas por no haber intervenido. La vida quedó paralizada mientras la desolada Deméter (diosa de la Tierra) buscaba por todas partes a su hija perdida. Helios, el sol, que todo lo ve, terminó por contarle lo que había pasado.Finalmente, Zeus no pudo aguantar más la agonía de la tierra y obligó a Hades a devolver a Perséfone, enviando a Hermes para rescatarla. La única condición que se puso para liberar a Perséfone fue que no probase bocado en todo el trayecto, pero Hades la engañó para que comiese seis (o cuatro, según las fuentes) semillas de granada, que la obligaban a volver cada año un mes por cada semilla. En algunas versiones, Ascálafo contaba a los demás dioses que Perséfone se había comido voluntariamente las semillas de granada. Cuando Deméter y su hija estaban juntas, la tierra florecía de vegetación. Pero durante seis meses al año, cuando Perséfone volvía a los infiernos, la tierra se convertía de nuevo en un erial estéril. Fue durante su viaje para rescatar a Perséfone del inframundo cuando Deméter reveló los misterios eleusinos.
El regreso de Perséfone
Leighton, Lord Frederick
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Leighton, Lord Frederick
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El Rapto de Proserpina
Bernini, Gian Lorenzo
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Bernini, Gian Lorenzo
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Zeus
Fuente
Fuente
En la mitología griega Zeus (en griego antiguo: nominativo Ζεύς Zeús, ‘rey divino’, genitivo Διός Diós) es el rey de los dioses olímpicos, gobernante del monte Olimpo y dios del cielo y el trueno. Sus atributos incluyen el rayo, el toro, el águila y el roble. Además de su herencia indoeuropea, el Zeus clásico también obtuvo ciertos rasgos iconográficos de culturas del antiguo Oriente Próximo, como el cetro. Zeus es imaginado por los artistas griegos especialmente en dos poses: de pie, avanzando con un rayo levantado en su mano derecha, y sentado majestuosamente.
Hijo de Crono y Rea, era el más joven de sus descendientes. En la mayoría de las tradiciones aparece casado con Hera, aunque en el oráculo de Dódona su esposa era Dione, con quien según La Ilíada fue padre de Afrodita. Es conocido por sus numerosas aventuras y amantes, incluyendo una relación pederasta con Ganimedes. Fruto de estas relaciones tuvo muchos descendientes, siendo algunos de los más conocidos Atenea, Apolo y Artemisa, Hermes, Perséfone, Dioniso, Perseo, Heracles, Helena, Minos y las Musas. Con Hera suele decirse que fue padre de Ares, Hebe y Hefesto.
Su equivalente en la mitología romana era Júpiter y en la etrusca Tinia.
Dánae y la lluvia de oro
Tiziano Vecellio
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Tiziano Vecellio
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Caída de Faetón
Rubens, Peter Paul
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Caída de Faetón del carro de Helios fulminado por Zeus (en forma de rayo). Las formas femeninas de mariposas representan los tiempos y las horas asustadas.
Rubens, Peter Paul
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Caída de Faetón del carro de Helios fulminado por Zeus (en forma de rayo). Las formas femeninas de mariposas representan los tiempos y las horas asustadas.
Tetis implorando a Zeus
Ingres, Jean-Auguste-Dominique
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Ingres, Jean-Auguste-Dominique
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Poseidón
Fuente
Fuente
En la mitología griega, Poseidón o Posidón (en griego antiguo Ποσειδῶν) es el dios de los mares y los océanos, así como de los caballos y, como «Agitador de la Tierra», de los terremotos. Figura como Rodon en la mitología iliria, Nethuns en la etrusca y Neptuno (Neptunus) en la romana.
Ruinas del templo de Poseidón en Grecia
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Poseidón
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Adonis
Fuente
Fuente
En la mitología griega Adonis (en griego antiguo Ἄδωνις Adônis) era un dios eternamente joven que simbolizaba la muerte y la renovación anual de la vegetación y cuya naturaleza estaba atada al calendario. Originario de Fenicia, Adonis se extendió a todos los países del Mediterráneo con diversas modificaciones, si bien siempre retuvo aspectos semíticos, constituyendo una de las figuras de culto más complejas de la época clásica. Tuvo múltiples papeles y su significado y propósito en las creencias religiosas griegas han sido objeto de mucha investigación a lo largo de los siglos.
Su equivalente semítico es Tammuz y el etrusco Atunis. (Algunos mitólogos creen que más tarde fue exportado a Germania, y que su equivalente en la mitología germánica es Baldur.) Su culto era femenino y se desarrolló en el círculo de jóvenes mujeres alrededor de Safo en Lesbos sobre el 600 adC, como revela un fragmento de Safo.
Muerte de Adonis, Luca Giordano.
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Adonis